Tradicionalmente vivimos en una sociedad que le teme tanto a los padecimientos de salud mental que la palabra psiquiatría es una muy difícil de pronunciar en nuestra cotidianidad, siendo el médico psiquiatra uno de los especialistas de la rama de la medicina más completos, por el hecho de que debe conocer la función del cuerpo, para poder tratar los padecimientos mentales.
La mente y el cuerpo están unidos, se interrelacionan y aun sabiéndolo luchamos por no aceptarlo, tenemos terror a procesar que la mayoría de los padecimientos físicos derivan en enfermedades de salud mental y viceversa; siendo el estigma social y el complejo la principal barrera, teniendo siempre presente el ser señalados por el dedo acusador de nuestro vecino.
Esta triste situación lamentablemente nos aleja de la consulta de salud mental y si vamos, al menos no nos sentimos orgullosos de nuestro profesional de la medicina que nos atiende.
El maestro Billings, en Colorado, EE.UU. en décadas pasadas fue claro al demostrar que lo físico y lo mental estaban íntimamente interconectados, habló de manera extensa sobre la influencia de las citocinas proinflamatorias y su relación con los neurotransmisores, siendo sustancias que incidían desde el cuerpo e influían en cambios marcados de la neurobioquímica cerebral.
El psiquiatra es un médico especialista que trabaja con pensamientos, sentimientos y conductas que pueden llevar al individuo a inestabilidad familiar, social y laboral; aplicando esto en el marco del modelo biopsicosocial y siendo esta breve definición la piedra angular de nuestro ejercicio profesional, nuestra carta de presentación para desmontar esa tela de humo que nos han hecho llevar frente a la cara desde nuestros orígenes, desvirtualizando así la labor de tan importante especialista frente a una de las sociedades más patológicas y enfermas de los últimos años, la sociedad actual.
Los factores ambientales como alimentación inadecuada, el sedentarismo, el estrés laboral, social y familiar, aunado a la carencia de valores éticos y morales, el analfabetismo, la delincuencia, el uso de sustancias psicoactivas, el mal uso de los avances y las tecnologías, la evolución de la modernidad a la postmodernidad ha hecho de nosotros, seres humanos menos románticos y espirituales hasta llegar al consumismo, pensando solo en lo material, hecho que nos lleva a desarrollar mayor cantidad de padecimientos físicos y mentales.
La hipertensión arterial, diabetes mellitus, cáncer y dislipidemia, son condiciones que han aumentado en la consulta del médico psiquiatra, ya que los trastornos afectivos, de personalidad, de ansiedad, las adicciones y la esquizofrenia, por mencionar unos cuantos, viven constantemente unidos y entrelazados a estas enfermedades médicas de tipo crónica, por lo cual exhortamos a la población en sentido general a que acuda al médico internista y al psiquiatra, para ser evaluados física y mentalmente, al igual que busquen la manera de llevar una vida lo más sana posible, ejercitándose y teniendo cuidado con los hábitos poco saludables.
Esperando que el modelo de psiquiatría de enlace sea valorado a corto plazo para entrar oficialmente en función en nuestro país, ya que es un enfoque innovador y que ayudaría a solucionar esta dura problemática existente en nuestros días, soñando que en cada hospital dominicano exista una unidad de psiquiatría de enlace y que cada persona tenga acceso a esta especialidad. Sin lugar a dudas lo más halagador es que al menos ya hemos iniciado la construcción de ese camino en nuestro país.
Dr. Arnulfo Mateo (Hijo)
Médico Internista y Psiquiatra
Egresado: Centros Medico UCE y Rehabilitación Psicosocial Padre Billini
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