​Un enfoque innovador a través de la Terapia Comunitaria Integrativa

El pasado 30 de octubre de 2024, se llevó a cabo una jornada pedagógica con un enfoque innovador en el Politécnico Sagrado Corazón de Jesús, Fe y Alegría, ubicado en Elías Piña, República Dominicana. Esta actividad, organizada por el equipo de terapeutas comunitarios del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), Recinto Urania Montás, bajo la coordinación de la Dra. Rosaura Gutiérrez Valerio, tuvo como objetivo principal mejorar el bienestar emocional y social de los adolescentes y adultos de la comunidad educativa a través de la Terapia Comunitaria Integrativa (TCI).

Esta jornada no hubiera sido posible sin el esfuerzo conjunto de varias personas e instituciones clave. En primer lugar, es importante reconocer el trabajo comprometido de la directora nacional del Departamento de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación MINERD, Dña. Francisca de la Cruz, y de la Dra. Rosaura Gutiérrez Valerio, quien lideró la actividad con el apoyo de su equipo integrado por los psicólogos María Ureña y José Miguel Polanco. Además, se destacó la disposición y el apoyo brindado por el director del Distrito Educativo 02-01 de Elías Piña, Lic. Juan Clemente Rodríguez y Colás, así como el valioso aporte de los técnicos distritales, estudiantes, docentes, familias, y el personal administrativo y de apoyo. Todos ellos, con su participación, fueron fundamentales para el éxito de esta iniciativa

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Terapia Comunitaria Integrativa: Una Alternativa para el Bienestar

La Terapia Comunitaria Integrativa (TCI) es una metodología psico-social que busca fortalecer los vínculos entre las personas de una comunidad a través del diálogo y la reflexión colectiva. Esta técnica promueve la participación de los individuos, alentando la autoconciencia y el empoderamiento personal. La TCI ha sido implementada con éxito en diferentes países y contextos por casi 30 años, demostrando ser una herramienta eficaz y de bajo costo para atender a las necesidades emocionales de las comunidades, especialmente en situaciones de estrés y vulnerabilidad.

En el caso de Elías Piña, el proyecto Las Ruedas Vinculantes se centró en crear espacios seguros donde los participantes pudieran expresar sus emociones y compartir sus experiencias personales, con el fin de aliviar las tensiones emocionales y fomentar la resiliencia.

Actividades Realizadas en la Jornada

La jornada se dividió en dos grupos de trabajo: uno en la Casa de la Cultura y otro en la Gobernación, para manejar mejor la cantidad de participantes. Ambas sesiones incluyeron dinámicas de integración y ejercicios psicocorporales destinados a aliviar las tensiones físicas y emocionales. En total, participaron 57 adolescentes y 34 adultos, quienes compartieron sus preocupaciones y emociones en un ambiente de confianza y respeto.

Entre los temas abordados por los participantes, destacaron: La impotencia ante la falta de empatía. El dolor por la pérdida de seres queridos. La preocupación por el futuro y el miedo al fracaso. El estrés académico y personal.

A través de estas dinámicas, los terapeutas comunitarios lograron que los participantes se sintieran escuchados y comprendidos, lo que permitió que muchos de ellos liberaran emociones contenidas y alcanzaran una mayor estabilidad emocional.

Técnicas Utilizadas: Cuidando al Cuidador

Uno de los enfoques clave durante la jornada fue la técnica Cuidando al Cuidador, desarrollada por el Dr. Adalberto de Paula Barreto. Esta técnica se basa en la idea de que el cuerpo registra y refleja la historia individual de cada persona. A través de ejercicios vivenciales, los participantes pudieron conectarse con sus emociones, mejorar su autoestima y aprender a gestionar el estrés de manera saludable.

El ejercicio de trabajar con las tensiones del cuerpo y de la mente fue particularmente significativo. Esta técnica busca disolver las tensiones acumuladas en el cuerpo y la mente, ayudando a los participantes a recuperar la serenidad y aliviar el sufrimiento emocional. Durante la actividad, se observó cómo muchos adolescentes liberaron tensiones profundas, en algunos casos expresadas a través de llanto, lo que subraya la importancia de estos espacios terapéuticos para la salud emocional de la comunidad.

Impacto y Reflexiones de los Participantes

Los participantes de la jornada expresaron sentimientos de alivio y gratitud al finalizar las actividades. Algunos de ellos destacaron la importancia de la empatía, la solidaridad y el apoyo mutuo. Entre las emociones que decidieron dejar atrás mencionaron la ansiedad, el miedo y el rencor, mientras que se llevaron consigo sentimientos de paz, tranquilidad y esperanza.

Uno de los comentarios más impactantes fue el reconocimiento de que solo el que duerme con el enfermo sabe cómo amanece, una reflexión que subraya la importancia de la comprensión profunda de las emociones ajenas, algo que esta jornada buscó fomentar.

La jornada pedagógica en Elías Piña fue un esfuerzo significativo para mejorar el bienestar emocional de una comunidad educativa en un contexto de alta demanda emocional y estrés. La Terapia Comunitaria Integrativa se mostró como una herramienta poderosa para la reflexión, el apoyo mutuo y el fortalecimiento de los vínculos sociales. A través de esta experiencia, tanto adolescentes como adultos pudieron liberarse de sus preocupaciones y encontrar un espacio seguro para expresar sus emociones.

Este tipo de iniciativas son fundamentales para la promoción de la salud mental en las escuelas, un tema que sigue siendo prioritario en la sociedad dominicana. Tal como lo indicaron los participantes, la clave para avanzar hacia una comunidad educativa más resiliente es seguir fomentando la escucha activa, la empatía y el apoyo mutuo.

El éxito de esta jornada, sin embargo, no hubiera sido posible sin el esfuerzo colectivo de todos los mencionados: desde los líderes del proyecto hasta los técnicos distritales, estudiantes, docentes, familias y el personal administrativo, cuyo compromiso ha sido clave. Su participación y disposición para colaborar demuestran que, con trabajo conjunto, es posible construir comunidades más fuertes y resilientes.