EL MATERO, LAS MATAS DE FARFAN.-- El gavilán de la Hispaniola, la Rosa de Bayahibe y la de Bánica, la cua, la iguana de Ricord, el ébano, la acacia y el guayacán comparten, junto a otras 325 especies de animales y vegetales, endémicas y nativas de República Dominicana, una categoría poco favorable. Están destinadas a desaparecer en el futuro inmediato.
La advertencia está contenida en la “Lista de especies en peligro de extinción, amenaza o protegidas de República Dominicana”, elaborada por el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones del área, en la cual se mencionan todas las especies cuya existencia está bajo amenaza.
Para proteger las 15,539 especies de flora y fauna dominicana, identificadas por el Ministerio, la Ley 64-00, prohíbe en varios de sus artículos la destrucción, disminución, colecta, pesca, maltrato, tráfico, comercio, exportación, exhibición y posesión ilegal de las especies silvestres, sin previa autorización de la institución.
Sin embargo, de las 9,539 especies de animales (anfibios, reptiles, aves, mamíferos, peces e invertebrados) reportadas para el país, 223 tienen alguna categoría de amenaza (peligro crítico: 58, en peligro: 75 y vulnerable: 90). Mientras que de 6,000 tipos de plantas vasculares, 547 están bajo una de las categorías, 275 de ellas en peligro de extinción.
La institución explica en la lista que un taxón está en peligro crítico cuando enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción, en estado silvestre, en el futuro inmediato.
Mientras que “en peligro” son las que están bajo un riesgo muy alto de desaparecer, pero en un futuro cercano, y las “vulnerables” son las que enfrentan un elevado grado de extinción a mediano plazo.
El Ministerio, en su Plan Estratégico Institucional 2012-2016, señala como principales amenazas a la biodiversidad local la conversión y/o destrucción de hábitats, citando en este factor la expansión de la agricultura, la ganadería, el desarrollo turístico y las acciones de la minería; la sobreexplotación de la fauna y flora, debido a la pesca y caza excesiva y a la colecta ilegal; los efectos de las especies invasoras sobre la biodiversidad, sobre todo terrestre; la inestabilidad climática y la degradación de hábitats y funciones del ecosistema, esto debido a incendios forestales y contaminación de la tierra y el agua.
Entre las 770 especies marcadas con una de las categorías de riesgo figuran el lambí, la langosta y el cangrejo, clasificadas como vulnerables, y su pesca es restringida por época y tamaño.
El pez picúa, la barracuda, el medregal y el peje rey; las tortugas verde, carey, tinglar, caguamo y la hicotea, junto al manatí y 11 tipos de coral, están en la lista de especies marinas cuya pesca está vedada permanentemente.
Si desea comer lambí, caracol fotuto, pata de mulo, burgao o burgao santa maría deberá esperar hasta el 30 de octubre, fecha en que concluye la veda para estas conchas, la cual inició el primero de julio, y fue establecida por el Decreto 499-09. Además, deberán tener una talla mínima de 25 centímetros.
En tanto, para los tipos de langostas (espinosa, pinta, piedra y mamá), se establece un tiempo de prohibición de pesca desde el primero de marzo hasta el 30 de julio, según consta en la página del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca).
La caza de tres tipos de cangrejo (paloma de cueva, moro y pelú) quedó prohibida desde el primero de diciembre hasta el 30 de abril, mediante el Decreto 813-08, y la talla mínima para su captura es de ocho centímetros.
Aunque existe en documentos oficiales una veda a la jaiba, comprendida del primero de junio al 30 de septiembre, Raúl González, biólogo de Codopesca, declara que no es cierto.
“Hay una resolución viejísima de (Ministerio de) Medio Ambiente, pero ni siquiera está firmada. Se ha querido trabajar en una veda, pero realmente falta información científica para poder resolver eso”, dice.
González explica que hay un manejo de la pesca de la anguila, cuya captura se inicia en septiembre y termina en abril. También, existen restricciones permanentes para las hembras aovadas y para algunos peces ornamentales.
El técnico señala que la veda del lambí es la que más se cumple. “Donde más tenemos problemas es con el cumplimiento de la veda de la langosta porque el precio es sumamente atractivo y los restaurante y hoteles quieren siempre tener langosta. Ahí hay un aliciente a la pesca ilegal y a la violación de la veda”, revela.
En el planeta existen 8,7 millones de especies, de acuerdo con un censo que realizaron biólogos de varias universidades estadounidenses y que fue publicado por BBC Mundo.
Otras especies endémicas y nativas que están en peligro crítico son el mero batata, el sapo sin crestas de la Hispaniola, la rana verde espinosa, la culebra de hilo de Samaná, el cocodrilo americano, el anolis esbelto de Alto Velo, entre otros tipos de animales.
El guano, el guarapo, el cedro, la sabina, el cuero puerco y la avellana criolla forman parte de las especies de flora endémicas y nativas en peligro crítico.
En tanto, la tortuga carey, clasificada como migratoria, y el diablotín, como migratoria nidificante, figuran en la lista con la categoría de “en peligro crítico”.
La Resolución 11-2015 del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, sobre la normativa de cacería en el país, establece las áreas, fecha, horas, cantidad de ejemplares y motivos para matar especies invasoras.
Sin embargo, para el control de especies como el Madam Sagá, hurón, el perro y el gato salvaje, el bigañuelo, entre otras, se deberá contar con un permiso del Ministerio.
Los tipos de cacerías clasificados en la resolución son tres: deportiva, de subsistencia y para fines de control. Las dos primeras no se permiten dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Mientras que se permite la captura y exportación con fines comerciales, sin ningún tipo de consentimiento, de la rana toro, por sus altos niveles de reproducción.
Pero para poder cazar, la Resolución establece que la persona deberá tener una licencia, en la cual se especificará el arma a utilizar y el tiempo de validez. Además, la sanción aplicable a todo el que sea sorprendido con un número mayor de la cantidad permitida será de RD$1,000.
La Estrategia Nacional de Especies Exóticas Invasoras enumeró en 141 los tipos de plantas y animales que no pertenecen a los diferentes ecosistemas del país.
De especies de plantas invasoras se registraron 96, 12 mamíferos, cuatro tipos de aves y reptiles, dos de anfibios, 15 de peces, siete moluscos y una de crustáceo.
De los moluscos calificados como invasores están la babosa, el cangrejo del diablo es el único crustáceo en la lista, el pez gato, la trucha arcoíris y la tilapia figuran entre las especies de peces invasoras; el maco pen pen es uno de los anfibios y la iguana verde y el lagartijo común parte los reptiles.
No obstante, en el Plan Estratégico de Medio Ambiente se reportan 138 especies invasoras, de las que 59 son plantas, cuatro hongos, 38 invertebrados, 15 peces, dos anfibios, tres reptiles, seis aves y 11 mamíferos.
Pato de Florida.
Fecha de caza: 15 Nov.- 30 Mar.
Zona para matar: Zonas de arrozales de Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, Duarte, La Vega, San Juan, Higüey, Samaná, Monte Cristi, las inmediaciones de los embalses artificiales, las lagunas interiores que están en el municipio Los Llanos, San Pedro de Macorís, entre otros.
Guinea cimarrona.
Fecha de caza: 1 Nov. – 30 Abr.
Zona para matar: Todo el país, exceptuando el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Tórtola rabiche.
Fecha de caza: 1 Jul. – 30 Nov.
Zona para matar: En las áreas donde se cultiva Mijo, Sorgo, Maíz, arroz, tomate y en zonas cañeras.
Tórtola aliblanc.
Fecha de caza: 1 Jul. – 31 Oct.
Zona para matar: En las áreas donde se cultiva Mijo, Sorgo, Maíz, arroz, tomate y en zonas cañeras.
Por: Pablo Castillo para el dinero.com
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