Por Rubén Moreta
De origen humilde, logró vencer los obstáculos que le deparó la vida en su estrecha niñez. Ramón Antonio Valenzuela, con disciplina y sinergia supo ascender socialmente y erigirse en uno de los personajes más influyentes de la provincia de San Juan durante el siglo XX.
Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemática en el Liceo Secundario Santome, luego Pedro Henríquez Ureña. Tras su graduación fue designado como Profesor en dicho liceo. Prosiguió sus estudios, graduándose de Licenciado en Educación, Mención Física y Matemática en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Desarrollo una fecunda y dilatada labor magisterial, destacándose siempre por su sapiencia y rectitud. Fue de los fundadores del Liceo Nocturno Pedro Henríquez Ureña, del cual fue subdirector y luego director. También laboro como profesor de Educación Musical en la antigua Escuela Normal Urania Montas en el año 1982, hoy merecidamente convertida en Instituto Superior de Formación Docente.
En la historia del gremialismo magisterial Ramón Valenzuela tiene un espacio singular, ya que fue de los fundadores de la Asociación de Profesores de San Juan (Aprosan), que luego dio paso a la Seccional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), junto a educadores de la talla de Ana Cristina Farías, Lorenzo Esteban Adames, entre otros.
Un papel fundamental jugó Ramón Valenzuela en la fundación del Centro Universitario Regional de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue junto a Sinecio Ramírez Suazo, Freddy García y quien esto escribe, pieza importante en la promoción y consecución de este proyecto, cuya apertura se produjo felizmente el 22 de diciembre del 1996.
Ramón Valenzuela fue un adalid de la concienciación sobre la pertinencia de la instalación de la UASD en San Juan, para que las puertas del conocimiento científico, tecnológico y humanístico estuvieran abiertas plenamente, al alcance de la juventud sanjuanera, imposibilitada por su pobreza secular en acceder a un título profesional, que les diera un pasaporte al éxito y al bienestar. Valenzuela concebía que el desarrollo de San Juan debiera estar mediado por una institución educativa del prestigio de la UASD, por eso su apoyo firme a la extensión de la Primada de América en nuestras tierras.
Ramón Valenzuela fue miembro del Club Activo 20-30 Incorporado de San Juan y de otras organizaciones de servicio.
Ramón Valenzuela el empresario:
Desde muy joven Ramón Valenzuela incursiono en actividades empresariales. Aprendió Sastrería, oficio al que se dedicó en sus años de juventud. Se dedicó también al alquiler de equipos de sonido, siendo el pionero en este servicio en San Juan y fue fundador de la empresa Mundo Alternativo, dedicada a la venta de paneles solares, inversores, acumuladores eléctricos, entre otros equipos.
Trabajo arduamente en la instalación de pequeños acueductos en apartadas comunidades rulares, donde el preciado líquido no llegaba. En el mecenazgo de estos proyectos de dotación de agua potable a comunidades carenciadas se asoció con el Obispo de la Diócesis de San Juan, Monseñor José Dolores Grullón Estrella, con quien se mantuvo trabajando hasta ser vencido en febrero del 2012 por un accidente cerebro vascular que le impuso serias limitaciones físicas.
Ramón Valenzuela dedico gran energía a demandar la instalación de una Zona Franca Industrial en San Juan, que pudiera generar millares de empleos y conjurar el alto índice de desocupación laboral que caracteriza el municipio de San Juan de la Maguana. En eventos, reuniones y a través de los medios de comunicación solía demandar este parque industrial, al que definía como un factor estratégico de desarrollo. Estuvo dirigiendo el Comité Proinstalación de la zona franca hasta la disolución de ese grupo.
Lamentablemente, la decidía de los gobiernos nunca permitió que se instalara dicho parque industrial, a pesar de que se consiguieron los terrenos y se inició la construcción de las naves industriales. Este proyecto, ubicado en la entrada este de la ciudad, está sumido en un total abandono.
Ramón Valenzuela fue socio-fundador de la cooperativa de consumo amas de casa incorporada, llegando a ostentar la Presidencia de la misma. Esta cooperativa fue una empresa innovadora, vanguardista para su época, cuyo primer gerente fue Juan de Dios Ogando Pérez, que había regresado de los Estados Unidos e hizo adaptaciones novedosas en estantes y góndolas que le daban un cambio importante al comercio local.
Valenzuela fue junto a los periodistas Rafael Emilio Reyes Pineda y Rubén Moreta, fundador en 1988 del programa de noticias Informativo 2,000, que durante 23 años se difundió a través de Radio San Juan, siendo el espacio de más influencia y penetración en toda la provincia.
Además, fue un directivo muy activo de la Cámara de Comercio y Producción de San Juan de la Maguana, y de la Federación Dominicana de Cámaras de Comercio, con sede en Santo Domingo.
En junio de 1992 participó en la articulación de la Fundación para el Desarrollo de Azua, San Juan y Elías Piña (FUNDASEP), institución apéndice de la diócesis católica de San Juan.
Ramón Valenzuela fue siempre fue un apasionado de la unidad de los comerciantes y empresarios, por eso participaba en todas las iniciativas unionistas y desarrollistas locales. En el año 1995 fundó junto al Obispo de la Diócesis católica de San Juan, Monseñor José Dolores Grullón Estrella la Junta Provincial de Desarrollo y Solidaridad, con el objetivo de impulsar el desarrollo local. A esta organización le dedicó mucho esfuerzo.
Ramón Valenzuela el Artista
El artista más refulgente de la provincia San Juan durante el pasado siglo XX, fue Ramón Valenzuela. Por su fuerza interpretativa, este excelso tenor fue crismado, muy justamente, como “la voz de oro del suroeste nacional”.
Desde muy pequeño, Ramón tuvo inclinaciones artísticas, especialmente en el canto, habilidades que pulió en la Escuela de Bellas Artes de San Juan de la Maguana, que fundó y dirigió la profesora Hilda Cámpora de Piña (Doña Monina). En esta escuela Valenzuela aprendió los elementos básicos de solfeo, entonación e instrumentación básica. Formo parte del Coro y de la Tuna Estudiantil de dicho centro de formación artística, un colectivo musical que reunió las mejores voces y los talentos musicales sanjuaneros de la época. Esta fue, en su tiempo, la agrupación musical más notable de la provincia, la cual se presentó exitosamente en importantes escenarios del país y viajo a presentaciones a Puerto Rico.
Fue tal la ascendencia obtenida por ese grupo que grabó un disco long play de diez canciones, el cual tuvo una notable difusión en las emisoras radiales durante los años setenta y ochenta.
En el año 1973, Ramón organizo una de las orquestas populares más importantes de la región: el combo Tainos Show. Este proyecto musical semanalmente tocaba en los bares de mayor prestigio en la región sur, logrando ganar una legión importante de seguidores y admiradores. Los Tainos se constituyeron en una agrupación musical icónica, de amplio calado en el gusto popular.
Creó otras agrupaciones musicales, entre ellas: Los Melódicos, La Orquesta Santomé y Los Cinco Soneros.
Como solista, Ramón Valenzuela fue un destacado cantautor que traspasó las fronteras del sur. En Santo Domingo tenía presentaciones habituales en lugares de espectáculos de gran fama como el Hotel Jaragua y la terraza del Hotel Napolitano.
De forma individual, ayudado y dirigido por el maestro Juan Valdez grabo un Disco Compacto (CD), con baladas y merengues, que por los altos costo de difusión no pudo divulgar en la radio nacional, debiendo quedarse con ese material tirado en un anaquel.
Ramón Valenzuela es el único artista sanjuanero que le ha cantado en eventos a cuatros (4) presidentes de la república: Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y Leonel Fernández. A todos impresionó con el inconfundible color de su voz.
En los grandes eventos realizados en la región como ferias, exposiciones, fiestas patronales, certámenes de belleza, entre otros, siempre fue imprescindible la participación artística de este ilustre cantor popular.
Ramón Valenzuela implanto un récor cantando el Himno Nacional. Lo hizo 104 veces seguidas, en igual número de eventos. Por su potencia interpretativa, el locutor Osvaldo Cepeda y Cepeda lo bautizo como: “la voz de oro del suroeste nacional”.
Dos canciones emblemáticas del repertorio de Ramón Valenzuela fueron: Enriquillo, autoría del cercadense Aníbal de Peña y Siboney, creación del cubano Ernesto Lecuona.
Valenzuela fue seguidor de Liborio Mateo, aquel singular personaje que a principio del siglo XX lidero un poderoso movimiento mesiánico en la comunidad de la Maguana, que devino en un espacio de resistencia campesina frente a la primera invasión de los Estados Unidos a nuestro país en el 1916.
Con particular alegría le cantaba al dios local Liborio, revindicando sus hazañas mitológicas. Lo hacía desde la convicción del rol político jugado por ese personaje -Liborio- que no conoció la escritura, pero que articulo un discurso y una acción revolucionaria nacionalista y antiimperialista.
En los shows de Ramón Valenzuela no faltaban los atabales cantando: Dicen que Liborio ha muerto, Liborio no ha muerto na, lo que pasa es que Liborio, no come pendeja.
Ramón Valenzuela es, sin dudas, el más notable artista de San Juan; una gloria excelsa del canto local; el inconfundible tenor del sur.
Ramón Valenzuela: el arqueólogo y gestor cultural
La Arqueología es el área de la antropología que estudia los fósiles no humanos. Ramón Valenzuela era un empírico aficionado de la arqueología. Realizo trabajos arqueológicos en la comunidad rural de La Higuera, donde vivió el Cacique Enriquillo y su esposa Mencía. En la higuera logró encontrar piezas tainas y elementos de construcciones coloniales. Durante mucho tiempo estuvo gestionando que en el lugar el Ministerio de Cultura y/o el Ayuntamiento Municipal de San Juan de la Maguana erigieran una plaza o monumento en honor al Cacique Enriquillo, para que el lugar fuera visitado por estudiantes y turistas interesados en conocer la vida y obra del más intrépido de los Caciques Antillanos, creador de la Guerra de Guerrillas.
También, en el ámbito indigenista, Ramón Valenzuela fue un activo luchador por el rescate de la Plaza Ceremonial Aborigen, incorrectamente llamada Corral de los Indios. En toda su dilatada vida artística y gestor cultural demandó el rescate de esta plaza, que es una de las más importantes obras arquitectónicas de las Antillas, consistente en un redondel de piedras, con una piedra alargada ubicada en el centro, donde según la leyenda, solía sentarse la cacica Anacaona a disfrutar de los juegos, bailes y cantos, compendiados bajo el nombre de Areitos.
Ramón Valenzuela, el escritor
Ramón Valenzuela tenía una fascinación por la cultura sanjuanera, por nuestra religiosidad popular, la magia, los atabales y todos los signos y símbolos de nuestra cultura. En esta materia, escribió un opúsculo, dedicado a recoger tradiciones y costumbres sanjuaneras.
La madrugada de este viernes 7 de abril de 2023 Ramón Valenzuela ha muerto.
Con tu triste partida recuerdo la frase dicha por el gran Robespierre: “La muerte es el comienzo de la inmortalidad.” Adiós querido amigo. Hasta muy pronto.
El autor es Periodista.
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