Llamado de Mateo y la mesa de los pecadores

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Lucila



Este pasaje del Evangelio de Mateo nos presenta un momento crucial en la vida de Jesús y en la formación de su comunidad. La llamada de Mateo, un recaudador de impuestos, y la posterior reunión con otros publicanos y pecadores en su casa, revelan mucho sobre la naturaleza del ministerio de Jesús y su mensaje de salvación.



La inclusión de los marginados: Al llamar a Mateo, un publicano considerado pecador por la sociedad judía, Jesús demuestra su disposición a incluir a todos, sin importar su pasado o su reputación. Esto desafía las normas sociales y religiosas de su tiempo, mostrando que el reino de Dios está abierto a todos los que se arrepienten y creen.


La respuesta de Mateo: La inmediata respuesta de Mateo al llamado de Jesús indica una profunda transformación interior. Abandonar su trabajo como recaudador de impuestos implicaba renunciar a una fuente de ingresos segura y a su posición social. Su decisión refleja una fe genuina y un deseo de seguir a Jesús.


La crítica social: La reunión de Jesús con publicanos y pecadores generó controversia y críticas por parte de los fariseos y escribas. Estos líderes religiosos consideraban que Jesús se estaba asociando con personas indignas y estaba poniendo en riesgo su reputación.


La misión de Jesús: Sin embargo, Jesús justifica su comportamiento al afirmar que los enfermos necesitan al médico, no los sanos. Él vino a salvar a los perdidos, a llamar a los pecadores al arrepentimiento. Esta afirmación radicaliza el mensaje de Dios y muestra que la salvación no es solo para los justos, sino también para los pecadores que reconocen su necesidad de Dios.


La misericordia de Dios: La imagen de la mesa compartida con los pecadores simboliza la misericordia y el perdón de Dios. Jesús ofrece a todos la oportunidad de experimentar el amor de Dios y de ser parte de su comunidad.

Lecciones para hoy


La inclusión: Este pasaje nos invita a ser más inclusivos y a aceptar a todos, sin importar sus diferencias.

La misericordia: Nos recuerda que Dios es un Dios de misericordia y que su amor se extiende a todos, incluso a los pecadores.


El discipulado: Nos desafía a seguir el ejemplo de Mateo y a responder al llamado de Jesús con un corazón dispuesto.

La comunidad: La iglesia debe ser un lugar donde todos se sientan bienvenidos y amados, sin importar su pasado o sus circunstancias.


En resumen, Mateo 9:9-13 es un pasaje fundamental que nos muestra la naturaleza inclusiva y misericordiosa del ministerio de Jesús. Nos invita a superar nuestros prejuicios y a abrir nuestros corazones al amor de Dios.

¿Te gustaría profundizar en algún aspecto específico de este pasaje? Por ejemplo, podemos analizar la figura de Mateo, la relación entre la ley y la gracia, o las implicaciones de este pasaje para la iglesia contemporánea.

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